ArbotantesPersistencia retiniana

Fuera de mi jardín

/ por Ricardo Alcántara/

 
 

Hannes Holms es el escritor y director de la comedia dramática sueca Un hombre gruñón (A man called Ove), protagonizada por Rolf Lassgärd. Esta película estuvo nominada a los Premios Oscar en la categoría de “Mejor película de habla no inglesa”; fue nominada en siete categorías en los Premios Guldbagge de las cuales ganó en “Mejor actor principal”, “Mejor peinado y maquillaje” y el “premio del público”. Aunque se estrenó en Suecia en 2015 y en 2016 en Estados Unidos, en México llegó a los cines hasta este año en el mes de junio en algunas salas de cine de arte.

   En el filme se narra la historia de Ove, un viejo viudo quisquilloso y cascarrabias, que, cansado de lidiar con la torpeza de todo el mundo, decide suicidarse. Esta será una tarea más difícil de lo que pensaba, pues con la llegada de una nueva familia a su vecindario, su privacidad se verá fuertemente amenazada.

   La estructura del guión es muy sencilla, pero efectiva. Durante los diferentes intentos de suicidio que realiza Ove, vemos una serie de flashbacks en los que él mismo recuerda y narra su vida; desde su infancia arreglando autos y limpiando trenes a lado de su padre, hasta su relación con Sonja, a quien siempre amó con devoción. La simpleza y honestidad con que Ove nos cuenta su vida, despierta empatía tanto en el público como en los otros personajes, que poco a poco van entendiendo la razón del carácter hosco e intolerante del viudo. Si a esto le sumamos la extraordinaria interpretación de Lassgärd, el resultado es positivo.

   Aunque me atrevería a calificar la trama como predecible, esta película cuenta con personajes tan encantadores, que se disfruta todo el camino que se recorre con ellos. El tono de la película es extraño: nos hace reír en los momentos más aleatorios; sin embargo, casi de repente nos hace llorar o enternecer. Esto genera contrastes fantásticos no sólo entre las escenas sino entre los diferentes puntos emocionales que la audiencia experimenta durante una misma conversación. La historia intercala de forma creativa e inteligente momentos de gracia y nostálgicos.

   Destaca la creación del mundo en que este personaje está situado: una colonia pequeña y tranquila, con pocos y discretos vecinos que son continuamente turbados por los exagerados reclamos de Ove. Todos estos personajes que lo rodean, tienen un diseño fino y genial, como Rune, un viejo paralítico con quien Ove alguna vez entabló una amistad llena de cosas en común, que finalmente se desencontró debido a un desacuerdo con respecto al auto de la preferencia de cada quien. Este tipo de detalles sencillos y ligeramente absurdos le añaden al personaje excentricidad y a la película originalidad. Por otro lado la encantadora personalidad de Sonja, hace que el público se enamoré de ella, tanto como Ove.

   En resumen, Un hombre gruñón es el perfecto ejemplo de que no todo el cine europeo es lento y contemplativo. Si se animan a verla, dense prisa, porque este tipo de películas no suelen permanecer mucho tiempo en cartelera. Prepárense para un emotivo viaje a través de los tiernos y dolorosos recuerdos de un hombre que puede reflejar una colectiva sensación de hartazgo pero también una involuntaria y reveladora búsqueda del sentido de la vida.

 

FB: Patas Escuadras

 

 

 

*Foto tomada de internet. Todos los créditos correspondientes a la imagen que encabeza el texto.

 

 

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