La neta del planeta

¡Oh, pecadores!

/ por Mapi/

 

Debo aclarar que con esta columna no busco ofender a nadie, simplemente es mi punto de vista y, si por alguna razón, lector, te sientes ofendido, entonces cierra la pagina y vete.

 

      Es un hecho que en la actualidad el índice de mujeres embarazadas, adolescentes, ha incrementado de una forma irracional, ya sea por no conocer los métodos anticonceptivos o por la triste realidad: las violaciones. También es cierto que siempre han existido los abortos y este tema se ha considerado como un tabú pero, ¿por qué? En mi colegio tuvimos muchos debates sobre este tema y siempre terminaba agobiada porque si estás a favor eres una asesina, y si estás en contra, eres una conservadora egoísta.

 

      Si una mujer quiere abortar está en todo su derecho porque es su cuerpo y es su vida, puede hacer con ella lo que quiera; por otro lado, ¿por qué traer al mundo a un ser al que no se le va a amar, ni se le otorgarán oportunidades? ¿Por qué obligar a las mujeres a ser máquinas procreadoras? ¿Por qué obligarlas a dar a sus bebés en adopción? cuando según el DIF, más del 70% de los niños en centros adoptivos tienen dificultades para encontrar un hogar, y después de cumplir 18 son rechazados por este sistema terminan sin saber qué hacer, sin una educación y sin un techo.

 

      En México existen 753 casas hogares y 4 casas cuna creadas por el DIF. De estos lugares, en el 2017, sólo se adoptaron 46 niños, de los cuales, el 70% fue adoptado por extranjeros. Una vez que el niño cumple 8 años, la adopción se complica porque los nuevos padres sólo buscan bebés, asegura Jorge Antonio Becerra, director general de la casa hogar Niñas Graciela: “Piensan que los niños más grandes vienen maleados, que ya aprendieron mañas por su vida pasada y por ser niños de la calle, por esta razón prefieren no enfrentar el reto. Muchos no ven la adopción como la posibilidad de darle una mejor vida a una niño sin hogar, sino como una forma de hacer la familia que no pudieron formar biológicamente.”

 

      Y sé que están pensando: “¿y por qué abren las piernas si no se van a ser responsables?”, “¿para qué no se cuidan?”, “ya se divirtieron, que ahora se encarguen”.La realidad es que esta responsabilidad no es sólo de la mujer sino también de su pareja, quien , la mayoría de las veces, huye al escuchar la palabra “embarazo”, dejándolas asustadas y sin recursos. Por otro lado, como dije antes, otra causa principal de que niñas y mujeres aborten, es porque fueron violadas. Según la OCDE, cada año más de 4 millones y medio de niñas y niños son víctimas de abuso sexual en México, haciendo que tenga el primer lugar mundial en este crímene. Estos delitos son cometidos, en su mayoría, por integrantes de la familia y sólo se denuncian 1 de cada 100 casos.

 

      Ahora bien, supongamos que la mujer quiere abortar pero no tiene los recursos para hacerlo en un estado que sea legal, se dirige a una clínica ilegal, donde el  riesgo de muerte o infecciones son inmensas. Al final se pierden dos vidas o, como sucede en Monterrey, la mujer es juzgada y sometida, según el artículo 328, de seis meses a un año de prisión.

 

      Existen múltiples razones por las que una mujer quiere abortar: personales, políticas, sociales o económicas. Las mujeres que deciden hacerlo, no lo hacen con una sonrisa en el rostro porque, cual sea su razón, están perdiendo una parte suya. Es difícil estar en esa situación y más difícil es ser juzgada y acusada.  En mi opinión, si tú no quieres abortar está bien, es tu vida y son tus decisiones, pero respeta las decisiones de las demás y deja que hagan su futuro como quieran.

 

       Por otro lado, están las feministas, mujeres que luchan por otras mujeres. Son vistas como escandalosas, sexistas y exhibicionistas sólo por pelear por igualdad. Este movimiento siempre ha existido, pero se destaca en los años 70, cuando la mujer intenta desplazar la desigualdad que sufre, buscando una equidad de género, además, de que coloca al cuerpo femenino y sus manifestaciones como centro de las reivindicaciones. El pasado 8 de marzo, las mujeres se levantaron para enseñarle a los demás que están juntas y que pelearán por sus derechos. Este movimiento surgió en 1857, cuando un grupo femenino de una fábrica de textiles de Nueva York salieron a marchar en contra de los bajos salarios. Este evento terminó con la devastadora y sangrienta cifra de 120 mujeres muertas y otras  golpeadas por policías que querían “controlarlas”. Dos años después, se fundó el primer sindicato femenino.

 

       No obstante, cuando una persona, sea hombre o mujer, que no esté relacionado con este movimiento escucha la palabra “feminista”, comienza a decir: “son mujeres que sólo quieren llamar la atención”, “ellas no pelean por mi”, “sólo quieren alborotar a los demás”. La realidad es que sólo buscan ser escuchadas y, aunque probablemente sus métodos no sean los mejores (la verdad yo no estoy a favor de embarrar mierda en las calles o pintar las paredes) es la única forma para que los demás se den cuenta de lo qué está pasando, no sólo en México, sino a nivel mundial. Hay feminicidios, violaciones, explotación, desigualdad, acoso, censura, todo los días, y muchas mujeres no levantan la voz por temor a no ser escuchadas. Estas mujeres feministas se encargan de proteger y divulgar los derechos, pero ¿por qué siguen siendo juzgadas y abullonadas como “feminazis”? Posiblemente porque la sociedad aún no está preparada (o no quiere estarlo) para un cambio, para una igualdad, para una vida sin barreras.

 

Posteriormente, otro tabú polémico es la comunidad LGBT, personas que tienen diferentes preferencias sexuales, individuos que son humillados y juzgados sólo por aceptar quienes son y qué quieren.  México es uno de los países que no ha indagado sobre el índice poblacional de esta comunidad, sin embargo en Estados Unidos hay una cifra de más de 9 millones de personas homosexuales. No obstante, el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación, creó una encuesta en  la que seis de cada diez personas preferirían no vivir con una persona LGBT.

 

De igual forma se entrevistó a miembros de esta comunidad y el  50% reportó haber sido discriminado por su preferencia sexual; en el 2017 se marcaron 887 gays y lesbianas asesinados por homofobia, el 99% de estos asesinatos quedaron impunes, ya que los ejecutores tuvieron la certeza de que no serían atrapados. Esto se debe a los prejuicios de los peritos, ministerios públicos, policías, agentes judiciales y los mismos familiares que pasan por encima esta corrupción y estos delitos, haciendo que se clasifiquen como “crímenes pasionales entre homosexuales” y no como “crímenes contra homosexuales”.

 

      Retomando el tema de la adopción, ¿por qué si hay tantos niños en lista de espera no se les permite a las parejas, del mismo sexo, ser padres? Yo creo que es por miedo, por fobia a que los niños lleguen a ser “raros”, por fingir un decoro social en donde se marginan a todos los que son diferentes. Pero la realidad es que, estos niños necesitan una familia, un techo, amor y estabilidad y que lleguen a ser educados por dos personas del mismo sexo no tiene nada de malo, de hecho, la mayoría de estas parejas llegan a ser cariñosas y más estables que una pareja “normal”. Debemos de dejar de ser tan prejuiciosos, de fingir que somos los jueces mandados por una divinidad.

 

        Elegir qué quieres en tú futuro y en tu cuerpo no te hace una persona egoísta, defender tus preferencias sexuales no te hace un bicho raro, levantar la voz para dar tu opinión no te hace una persona problemática, exigir tus derechos no te hace inferior a nadie. Ser tú y buscar tu felicidad no te hace un pecador, juzgar y humillar a los demás sí.

 

      ¿Quieres ser una figura que impacte o prefieres ser la sombra de los demás?

 

 

Foto tomada de internet. Todos los créditos correspondientes a la imagen que encabeza el texto.

 

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