Analectas

Aquerón, el río de la tragedia

/ por Guadalupe González/

 
 

… ¿o era irónico?

 

¿Qué se siente “vivir” en el borde? Así, entre comillas, “vivir”. ¿Uno puede vivir en el abismo de

la muerte? ¿Uno puede salir de ahí?

       Pararse de puntitas, recorrer el abismo con tu mirada, estar de frente a la muerte, respirar

su aliento, tragarlo y no poder hacer nada.

       Leonardo no sabe que está muerto, ¿o sí? Se arrepiente de traficar droga, de estar lejos, de

querer irse pero lo único que lo hace seguir avanzado es esa maldita certeza de que alguien va a

ayudarlo. Alguien tiene que ayudarlo, después de todo no es tan mala persona, él conoce peores.

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       Nicanor, por el contrario, sabe –con la certeza que solo tiene la muerte- que Leonardo

está muerto y hará todo lo posible por evitar verlo salir. Se transformará hasta en lo intangible,

que no te deja avanzar, que te paraliza, que te detiene amarrado del cuello y te impide caminar.

Se transformará en todo: en amigo, en enemigo, en cómplice; mostrará todo: piedad, arrebato,

ternura. Todo eso para ver a Leonardo atrapado en ese ciclo interminable, porque para Nicanor

solo existen tres reglas:

  1. No confíes en nadie.

  2. Teme a tus amigos.

  3. Aprende el idioma.

Aquerón, el río de la tragedia es un texto del dramaturgo Xavier Villanova y está dirigida por

Martín Balmaceda, quien está interesado en un enfoque multidisciplinario en la escena.

Sus proyectos motivan a la colaboración, la interpretación y la exploración. Por otra parte las

intérpretes –Aline L. Bernal y Cinthia Navarro- lograron una obra en donde movimiento y texto

comparten protagonismo, imperatividad, una obra cabalmente física, situada en un espacio que lo

es todo y también es nada. Sus actuaciones y su presencia te mantienen al borde, atento, con ese

sentimiento de riesgo. La visión de Martín nos habla de la lucha, del arrepentimiento pero

mayormente del miedo. Invita a luchar contra tus ríos, lo inevitable, lo grande por sí solo, lo que

te noquea y te encierra en un rincón. Te muestra –irónicamente- dos personajes enteramente

humanos, despiadados y volátiles que se encuentran en el punto donde todo se puede perder y

nada se puede denunciar.

        Después de presentarse exitosamente en la ciudad de Puebla con tres funciones

completamente vendidas (Casa Nueve y Capilla de Arte UDLAP), Aquerón, el río de la tragedia

tiene su temporada en la Ciudad de México, todos los domingos a las 18:00 hrs. en Casa Actum

(Héroes del 47 #9, Coyoacán) hasta el 3 de Septiembre.

 

*Foto tomada de internet. Todos los créditos correspondientes a la imagen que encabeza el texto.

 

Los textos así como su contenido, su estilo y las opiniones expresadas en ellos, son responsabilidad de los autores y no necesariamente reflejan la opinión de la UDLAP. (Para toda aclaración: esporarevista@gmail.com)

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